Lo primero que debemos saber es qué es la ansiedad, para entender qué hacer cuando la sentimos. La ansiedad es una respuesta adaptativa a la vida diaria y es totalmente normal sentirla a veces.
Me gusta compararla con una brújula interior, que nos avisa que tenemos que parar y observarnos. Igual que la sensación de hambre nos ayuda a identificar la necesidad de comer para poder seguir, la ansiedad nos avisa de que hay ciertas necesidades de orden superior (necesidad de autoestima, de pertenencia, de protección) que hay que cubrir o reparar para poder tener una vida satisfactoria.
La ansiedad es una ayuda para adaptarnos a las necesidades del entorno y de la vida cotidiana, a las situaciones adversas. Nos ayuda a conocernos un poco mejor.
Los síntomas con los que puede manifestarse son diversos. Algunos de tipo fisiológico (taquicardia, sudoración, sensación de mareo, tensión muscular)
Otros síntomas más sensitivos como la despersonalización o desrealización. Y otros de tipo cognitivo como pensamientos distorsionados, velocidad del pensamiento, sensación de no poder parar de pensar o quizá ideas intrusivas.
Aquí te dejamos algunos consejos para hacerle frente a todos estos síntomas que tanto nos asustan a veces.