A la atención de sus Majestades

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella las dudas sobre qué regalar. Como cada año, la televisión, Internet y demás medios de comunicación, nos están bombardeando con infinidad de productos para que ni los mayores sepamos qué seleccionar, así que imagínate los más pequeños.

Todos somos conscientes de que se regala en exceso, pero siempre caemos en la misma dinámica de comprar más de lo que necesitamos e incluso deseamos, pero el impacto que esto tiene en los niños es más perjudicial de lo que creemos.

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Cuando les damos lo que quieren sin tener en cuenta sus ilusiones y necesidades reales, podemos caer en el problema de no desarrollar la tolerancia a la frustración de nuestros hijos, capacidad indispensable para la maduración personal. De este modo, es más difícil que aprendan a gestionar por sí mismos sus emociones, pues esta regulación dependerá de cosas externas a ellos. Pueden volverse caprichosos y egoístas, además de transformar el tener regalos en una competición y a la larga presentar problemas con los demás al no saber compartir.

Lo peor de todo es que la intención como padres es totalmente opuesta, ya que en el fondo lo que se pretende es que ellos sean más felices. No obstante, este método no es el más efectivo y pueden crear “pequeños cuervecitos”. Las causas más frecuentes por las que decidimos regalar tanto suelen ser:

  • Para compensar el poco tiempo que les podemos dedicar debido al ritmo de vida ajetreado que llevamos y por no prestarles la atención que nos gustaría. Así, creemos, tendrán cosas con las que entretenerse mientras estamos trabajando.
  • Para evitar que se sientan tristes si no tienen lo que piden en su larga lista de juguetes.
  • Muchas veces nos vemos obligados a regalar de más porque en su clase, en casa de los primos o de otros amigos, sabemos que dejarán muchos regalos. Esto puede generarnos angustia como padres, porque pensamos que se compararán y se sentirán decepcionados o no entenderán por qué a otros niños sí y a ellos no.

Por todo esto, aquí os dejamos algunas sugerencias para diseñar la lista de regalos:

  • ¡Un libro! actualmente contamos con una gran cantidad de libros que, además de entretener, transmiten valores y podemos encontrar aquellos acordes a sus intereses, forma de ser, edad, problemas, etc.
  • Juegos en grupo, tanto competitivos como colaborativos, porque de esta forma se fomenta la sociabilidad con sus iguales y podemos disfrutar con ellos de ratos agradables.
  • Algo electrónico acorde a su edad. Es la era en la que vivimos y la tecnología es y será una herramienta indispensable para su vida. Que se familiaricen con ella desde bien pequeños puede abrirles puertas.

No olvidemos que los juguetes cumplen una gran función en el desarrollo global de los niños, además de su inteligencia, fomentan su socialización y creatividad. Sentándonos con ellos a escribir su lista de regalos podemos ayudarles a reflexionar, a averiguar qué es lo que les ilusiona y reducirla a aquello con lo que verdaderamente jugarán y les estimulará.

Llegados a este punto, una vez hablado sobre los regalos “materiales”, hagamos un ejercicio de reflexión, respondiendo a una pregunta ¿Cómo recuerdas las navidades de tu infancia? Tómate tu tiempo…

Los paseos por la ciudad llena de luces, ir a ver el Belén, la Cabalgata la noche de Reyes, los villancicos, las cenas repletas de platos y dulces típicos… ¿Recuerdas con quién estabas? Los momentos en familia perduran más allá de lo que recibimos. Aunque recordemos algún juguete especial, seguro que lo que más emociones positivas despierta en nosotros es pensar con quién compartimos todos esos momentos, tanto con los que siguen como con los que no están, porque fueron momentos únicos y especiales que podremos repetir de nuevo con nuestros hijos.

Por todo eso queremos que os quedéis con lo que más valorarán en el futuro y con la satisfacción de que es algo que se puede trabajar más allá de la Navidad. A pesar de que los tiempos han cambiado, del frenético ritmo que llevamos, el dicho de que, en cuanto al tiempo, es mejor calidad a cantidad, es cierto.

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Psicología del Deporte: ¿Para qué?

Existe incluso en los profesionales del deporte un amplio desconocimiento de la figura y funciones del Psicólogo Deportivo y en qué se diferencian estos de otras figuras presentes en los entornos de entrenamiento y competición. En este artículo me propongo aclarar mitos y acercar un poco más la Psicología del Deporte y sus usos a los propios deportistas, entrenadores, profesionales del deporte y a la población en general.

Antes del inevitable ¿y esto para qué? (como me dijo aquel entrenador de cuyo nombre no quiero acordarme) quizá habría que detenerse un poco en el ¿eso qué es?, que también suele ser frecuente como pregunta. La Psicología del Deporte y la Actividad Física es una especialidad científica dentro de la  Psicología que se dedica al estudio del comportamiento humano en el ámbito deportivo. Se distingue por ser un campo especialmente aplicado y pese a ser de los más recientes ya cuenta con un amplio reconocimiento por su utilidad. Dicho de otro modo, un Psicólogo del Deporte es un profesional debidamente formado y acreditado para aplicar los conocimientos de la Psicología al Deporte con el objetivo de obtener un mayor rendimiento o una mayor satisfacción con la práctica deportiva.

Así pues, podemos intervenir desde el deporte base y de iniciación hasta el alto rendimiento y deporte de competición, siendo quizá en esta última área donde nuestro trabajo es más visible. Si entendemos que el rendimiento deportivo depende de la interacción entre las capacidades físicas, las habilidades técnicas, la planificación táctica y las capacidades mentales o psicológicas, entendemos rápidamente cuál es la función del psicólogo en lograr que el deportista alcance su rendimiento óptimo. Con mucha frecuencia encontramos en el deporte profesional y de competición que a los deportistas o equipos que están rindiendo a alto nivel se los define como “muy motivados”, “tienen mucha cabeza”, “están súper concentrados” o “tienen una gran confianza”. Sería muy iluso pensar que esto es fruto de la casualidad o que es una habilidad innata de los deportistas; lo cierto es que estos deportistas top entrenan sus habilidades psicológicas tanto como las físicas o las técnicas, y por ello consiguen un mayor rendimiento.

Es frecuente en los equipos y los deportistas profesionales que exista un Psicólogo del Deporte como parte del equipo técnico o como asesor de los entrenadores, y que su trabajo específicamente sea entrenar los aspectos psicológicos del deporte o competición para lograr un mayor rendimiento. Este es otro aspecto definitorio aunque no único de la Psicología del Deporte, su aplicación a la mejora y optimización de habilidades, es decir, no es necesario que exista un problema previo (aunque obviamente si lo hay aporta soluciones) para que se demande su intervención. Con frecuencia, nuestros clientes son deportistas que buscan que una mejora de sus capacidades psicológicas los lleve a su máximo nivel de rendimiento, lo cual puede ser una diferencia que marque la Diferencia.

Dicho de otro modo, contar con un entrenador psicológico, si bien entendemos que en cierto modo es un “producto de lujo”, puede ser lo que haga que un deportista sobresalga del resto en la competición, que consiga ser profesional, o que una vez alcanzada la profesionalización se mantenga el mayor tiempo posible rindiendo a alto nivel.

OLYMPIC GAMES - TRACK RACES DAY TWO

Aclarar en último lugar, que existe una confusión habitual con otras denominaciones profesionales, sobre todo con los denominados “coach”. Específicamente, el coaching no es más que una técnica aplicada a la consecución de objetivos. Es por ello que puede utilizarse en infinidad de campos, como el deporte, la empresa, la educación, las relaciones personales, etc.

Así pues un coach no tiene por qué ser Psicólogo, y un Psicólogo puede autodenominarse como coach, en definitiva es una herramienta que se ha utilizado desde los inicios de la Psicología aplicada si bien en la actualidad un Psicólogo del Deporte tiene formación en el uso eficaz de diversas  técnicas y herramientas, tales como la visualización, control de la activación, acting, reestructuración cognitiva, control emocional, etc. El utilizar una técnica u otra depende obviamente de los objetivos a conseguir y la denominación como coach o no responde más  a intereses comerciales que a una diferencia real por definir el ámbito de actuación.

A la hora de contratar, como ocurre con cualquier otro producto o servicio, recomendaría al deportista, entidad o club que solicite referencias acerca de la formación y la experiencia ( a poder ser, demostrable) de la persona con la que va a trabajar, más allá de que se denomine como coach, Psicólogo, entrenador mental o cualquier otro nombre que esté por inventar.

Por Rafael Alcaraz

 

Centro de Psicología Isabel Soriano – PSICÓLOGOS en SAN VICENTE DEL RASPEIG, ALICANTE Y NOVELDA

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El Psicólogo Rafael Alcaraz se incorpora a nuestro equipo

 

2a65401Ampliamos servicios con la incorporación del psicólogo Rafael Alcaraz.

Rafael es director del Centro de Psicoterapia Breve de Valencia y pasará consulta un día a la semana dentro del área de psicología clínica, psicología jurídica y psicología del deporte.

Aquí os dejamos un breve resumen de su trayectoria profesional.

  • Licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia
  • Máster en Psicología Clínica y Jurídica
  • Máster en Psicología de la Actividad Física y del deporte
  • Acreditado como Psicólogo General Sanitario
  • Miembro de la División de Psicología Jurídica del COP
  • Miembro de la División de Psicología del Deporte del COP
  • Desde el año 2005 ejerce como Psicoterapeuta y Psicólogo Jurídico en consulta propia, especializándose en terapia familiar y de pareja, trastornos emocionales y desarrollo personal, colaborando a su vez con otros profesionales del derecho y la medicina en la elaboración de informes periciales. Desde el año 2010 trabaja como Psicólogo del Deporte en clubes profesionales (Fútbol y Baloncesto) y con deportistas individuales, enfocándose al alto rendimiento deportivo.

Más información en la siguiente página web:

www.rafaelalcarazpsicologo.com

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Terapia EMDR

emdrLa terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares) es un novedoso abordaje psicoterapéutico validado científicamente que acelera el tratamiento de diversas dificultades emocionales, causadas por experiencias difíciles en la vida, como pueden ser fobias, ansiedad, estrés postraumático, duelos, ataques de pánico y dolores crónicos. También puede usarse para aliviar la angustia y/o la fobia de hablar en público, para optimizar el rendimiento laboral, deportivo y artístico.

El método fue descubierto en 1987 por la Dr. Francine Shapiro y consiste en usar estimulación bilateral (visual, auditiva o kinestésica) que facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el reprocesamiento de la información traumática con la consiguiente desaparición de los síntomas. Esta terapia combina elementos teóricos-clínicos de diferentes orientaciones psicológicas como la cognitivo-conductual, psicoanalítica o humanista.

La terapia EMDR es un abordaje centrado en el paciente y tiene en cuenta la capacidad inherente del sujeto para la autocuración. A veces determinados acontecimientos estresantes o traumáticos no son procesados adecuadamente y pueden afectar psicológicamente en el presente produciendo emociones perturbadoras. Mediante EMDR las experiencias dolorosas son nuevamente procesadas y asimiladas, reduciendo su carga emocional, eliminando bloqueos causados por imágenes, creencias o sensaciones físicas negativas y con ello, conseguir equilibrar nuestra salud y nuestro desarrollo integral.

Isabel Soriano Santacruz. Psicóloga Terapeuta EMDR acreditada por la Asociación EMDR España.

www.isorianopsicologa.com

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Cuento: La lección de la mariposa

imagesUn día de primavera, un viajante descansaba tranquilamente al borde del camino bajo un árbol. Mirando la naturaleza que le rodeaba, observó cómo la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando cómo la mariposa iba esforzándose hasta que, de repente, pareció detenerse. Tal vez la mariposa –pensó aquel hombre- había llegado al límite de sus fuerzas y no conseguiría ir más lejos.

Así que, decidido a ayudar a la mariposa, cogió unas tijeras de su mochila y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, de esta forma, salió fácilmente. Su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre, preocupado, continuó observándola esperando que, en cualquier momento, la mariposa abriera sus alas, las estirara y echara a volar. Pero pasó el tiempo y nada de eso ocurrió. La mariposa nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas hasta que, finalmente, murió.
Aquel caminante, cargado de buenas intenciones, con voluntad de ayudar y evitar el sufrimiento a la mariposa, no comprendió que el esfuerzo de aquel insecto para abrirse camino a través del capullo era absolutamente vital y necesario, pues esa era, precisamente, la manera que la naturaleza había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

Algunas veces, es justamente tiempo y esfuerzo lo que necesitamos para evolucionar y crecer en nuestra vida. En realidad, si la naturaleza nos permitiese vivir sin obstáculos, quedaríamos muy limitados en nuestro inmenso potencial. Nunca llegaríamos a desarrollar nuestra verdadera plenitud.

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¿Los conflictos en la relación de pareja pueden afectar a tu salud?

18-PODEMOS-HACER-ANTE-EL-CONFLICTO

Una relación de pareja conflictiva puede tener repercusiones directas en la salud y en la calidad de vida de ambos miembros de la pareja. Discutir y pelear con la pareja no sólo afecta al estado de ánimo sino que puede ocasionar dificultades a largo plazo en la salud física, mental y sexual. Numerosos estudios han puesto de manifiesto cómo los conflictos de pareja crónicos afectan negativamente en todas las áreas de nuestra vida.

Si miramos a nuestro alrededor es bastante común encontrar parejas que discuten constantemente e incluso, si hacemos memoria, nosotros mismos tal vez hemos pasado por alguna etapa donde la falta de entendimiento era la orden del día. Aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial, respiración agitada, dolor abdominal, pérdida de apetito, nerviosismo o actos violentos son sólo algunos de los efectos inmediatos del conflicto. Sin embargo, si este se mantiene durante el tiempo, el desgaste emocional y físico hará que determinadas patologías físicas y psíquicas aumenten su probabilidad de ocurrencia. Algunos de los trastornos más comunes son estrés crónico, cefaleas tensionales, alteraciones hormonales, síndrome de colon irritable, problemas psicosomáticos, ansiedad, depresión, insomnio, problemas en la concentración mental, desarrollo de conductas adictivas, baja autoestima, aislamiento o bloqueo emocional.

Las relaciones de pareja pasan por varias fases. En una primera etapa de enamoramiento el conflicto es casi inexistente. La idealización de la pareja y la llegada del amor a nuestra vida nos llena de optimismo con respecto al futuro. El enamoramiento aumenta la autoestima y nos hace sentirnos con fortaleza para sortear los obstáculos que pueden surgir en el día a día. El amor se instala en nuestra vida y no nos cuesta esfuerzo alguno mantener la pasión. Sin embargo, igual que nuestras necesidades personales van cambiando con el tiempo nuestra relación de pareja también lo va haciendo con nosotros. Es aquí donde surge la fase de lucha de poder y donde más conflictos aparecen. Es el momento de construir los cimientos de la relación. Las normas en la convivencia o la repartición de tareas, el cuidado de los hijos, la organización del tiempo de ocio individual y de pareja, la economía familiar o la relación con la familia de origen son aspectos nuevos a negociar y pueden ocasionar muchos desacuerdos. Por último, y si la toma de decisiones de la fase anterior nos ha llevado a la colaboración, aceptación y apoyo mutuo, se establece la fase de intimidad y la relación se irá afianzando con mayor firmeza y solidez.

La pareja es uno de los aspectos centrales en la vida y puesto que las crisis de pareja afectan a nuestra salud general pudiendo tener incidencia en el rendimiento laboral e incluso en la motivación y en las ganas de vivir, buscar soluciones en cuanto aparecen los conflictos se hace necesario. La satisfacción en la pareja está relacionada con el apoyo emocional, con compartir metas e intereses y con las estrategias de resolución de conflictos basadas en una comunicación eficaz. Una buena relación de pareja no es aquella que no tiene conflictos, sino aquella que sabe enfrentarse a ellos.

Entre los consejos más útiles para poder vivir en armonía y alcanzar soluciones razonables, se destaca el cambiar las quejas por peticiones (p.ej. “me gustaría pasar más tiempo contigo” frente a “siempre te vas con tus amigos”), crear acuerdos negociados pero nunca aprovechando la discusión, resolver los problemas del pasado y curar heridas generando interacciones positivas de reparación emocional. También es recomendable demostrar cariño e interés en pasar tiempo juntos, respetar los espacios del otro, transmitir reconocimiento o admiración (decir lo orgullosos que nos sentimos de compartir la vida con él o ella) y hablar mucho de nuestros sentimientos para evitar los malentendidos utilizando siempre una comunicación asertiva.

La terapia de pareja se debe considerar cuando las peleas, gritos y falta de respeto parecen no tener fin. Estas terapias son muchas más efectivas si no dejamos pasar mucho tiempo desde las primeras señales de insatisfacción en la relación y no esperamos a que el distanciamiento, el rencor y la frustración acumulada nos impidan encontrar soluciones. Acudir a terapia de pareja implica que ambos miembros desean recuperar el bienestar y aceptan que ambos son parte del problema pero también parte de la solución.

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¿Los conflictos en la relación de pareja pueden afectar a tu salud?

18-PODEMOS-HACER-ANTE-EL-CONFLICTO

Una relación de pareja conflictiva puede tener repercusiones directas en la salud y en la calidad de vida de ambos miembros. Discutir y pelear con la pareja no sólo afecta al estado de ánimo sino que puede ocasionar dificultades a largo plazo en la salud física, mental y sexual. Numerosos estudios han puesto de manifiesto cómo los conflictos de pareja crónicos afectan negativamente en todas las áreas de nuestra vida.

Si miramos a nuestro alrededor es bastante común encontrar parejas que discuten constantemente e incluso, si hacemos memoria, nosotros mismos tal vez hemos pasado por alguna etapa donde la falta de entendimiento era la orden del día. Aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial, respiración agitada, dolor abdominal, pérdida de apetito, nerviosismo o actos violentos son sólo algunos de los efectos inmediatos del conflicto. Sin embargo, si este se mantiene durante el tiempo, el desgaste emocional y físico hará que determinadas patologías físicas y psíquicas aumenten su probabilidad de ocurrencia. Algunos de los trastornos más comunes son estrés crónico, cefaleas tensionales, alteraciones hormonales, síndrome de colon irritable, problemas psicosomáticos, ansiedad, depresión, insomnio, problemas en la concentración mental, desarrollo de conductas adictivas, baja autoestima, aislamiento o bloqueo emocional.

Las relaciones de pareja pasan por varias fases. En una primera etapa de enamoramiento el conflicto es casi inexistente. La idealización de la pareja y la llegada del amor a nuestra vida nos llena de optimismo con respecto al futuro. El enamoramiento aumenta la autoestima y nos hace sentirnos con fortaleza para sortear los obstáculos que pueden surgir en el día a día. El amor se instala en nuestra vida y no nos cuesta esfuerzo alguno mantener la pasión. Sin embargo, igual que nuestras necesidades personales van cambiando con el tiempo nuestra relación de pareja también lo va haciendo con nosotros. Es aquí donde surge la fase de lucha de poder y donde más conflictos aparecen. Es el momento de construir los cimientos de la relación. Las normas en la convivencia o la repartición de tareas, el cuidado de los hijos, la organización del tiempo de ocio individual y de pareja, la economía familiar o la relación con la familia de origen son aspectos nuevos a negociar y pueden ocasionar muchos desacuerdos. Por último, y si la toma de decisiones de la fase anterior nos ha llevado a la colaboración, aceptación y apoyo mutuo, se establece la fase de intimidad y la relación se irá afianzando con mayor firmeza y solidez.

La pareja es uno de los aspectos centrales en la vida y puesto que las crisis de pareja afectan a nuestra salud general pudiendo tener incidencia en el rendimiento laboral e incluso en la motivación y en las ganas de vivir, buscar soluciones en cuanto aparecen los conflictos se hace necesario. La satisfacción en la pareja está relacionada con el apoyo emocional, con compartir metas e intereses y con las estrategias de resolución de conflictos basadas en una comunicación eficaz. Una buena relación de pareja no es aquella que no tiene conflictos, sino aquella que sabe enfrentarse a ellos.

Entre los consejos más útiles para poder vivir en armonía y alcanzar soluciones razonables, se destaca el cambiar las quejas por peticiones (p.ej. “me gustaría pasar más tiempo contigo” frente a “siempre te vas con tus amigos”), crear acuerdos negociados pero nunca aprovechando la discusión, resolver los problemas del pasado y curar heridas generando interacciones positivas de reparación emocional. También es recomendable demostrar cariño e interés en pasar tiempo juntos, respetar los espacios del otro, transmitir reconocimiento o admiración (decir lo orgullosos que nos sentimos de compartir la vida con él o ella) y hablar mucho de nuestros sentimientos para evitar los malentendidos utilizando siempre una comunicación asertiva.

La terapia de pareja se debe considerar cuando las peleas, gritos y falta de respeto parecen no tener fin. Estas terapias son muchas más efectivas si no dejamos pasar mucho tiempo desde las primeras señales de insatisfacción en la relación y no esperamos a que el distanciamiento, el rencor y la frustración acumulada nos impidan encontrar soluciones. Acudir a terapia de pareja implica que ambos miembros desean recuperar el bienestar y aceptan que ambos son parte del problema pero también parte de la solución.

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Tratamiento psicológico del Dolor Crónico

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 El dolor crónico es un trastorno que padecen millones de personas en todo el mundo y concretamente en España alrededor del 11% es diagnosticado de esta enfermedad según los datos de la Asociación Española del Dolor.

Una de las principales características de esta enfermedad, además del dolor sin una base física que lo explique,  es el impacto que la enfermedad tiene sobre la vida de la persona en su vida social, familiar y laboral.

Podemos definir el dolor crónico como aquella sensación de malestar que dura más de seis meses, no está asociado  a una lesión concreta y no remite con terapias y tratamientos convencionales como cirugía, fármacos o tratamientos fisioterapéuticos. El enfermo suele someterse a pruebas y exámenes médicos donde no se encuentra una causa que justifique su dolor.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable relacionada con daño real o potencial de algún tejido”. Cabe resaltar de esta definición la aceptación del dolor como experiencia emocional y por lo tanto, como experiencia psicológica, no solo fisiológica, y por otra parte, la no necesidad de existencia de lesión física o una lesión real para experimentar dolor.

A veces es difícil conocer la causa del dolor crónico ya que éste puede responder a varios factores. Asimismo, el dolor puede aparecer inicialmente debido a una enfermedad o a una lesión, pero persistir por estrés, problemas emocionales como ansiedad, preocupación o depresión y estrategias de afrontamiento inadecuadas. También es posible que se produzca dolor crónico sin que haya una lesión o enfermedad previa.

En la investigación del dolor crónico encontramos que las estrategias de afrontamiento se han relacionado con la intensidad y duración del dolor, con el desarrollo de psicopatología, con la aparición de discapacidad y con la interferencia en las diferentes áreas de la vida. Así, determinadas estrategias de afrontamiento se relacionan con una mayor adaptación a la enfermedad y las más adaptativas son las denominadas estrategias de afrontamiento activas (como búsqueda de información, distracción o capacidad de solución de problemas). Las estrategias más eficaces en el dolor crónico son las estrategias que eliminan la atención del paciente sobre el dolor. Concentrarse en otras actividades placenteras como la relajación o la socialización, verbalizaciones de afrontamiento o autoafirmaciones, ayuda a disminuir el catastrofismo asociado a la enfermedad y la importancia dada al dolor. Por el contrario, estrategias de afrontamiento que contribuyen a agravar el dolor son las quejas, el catastrofismo, la desesperanza y estrategias de afrontamiento más pasivas (evitar situaciones o descanso).

Desde este enfoque los pensamientos negativos, las creencias erróneas sobre el dolor y el significado que dan a sus síntomas o la evaluación que los pacientes hacen de su dolencia, afecta al agravamiento de la experiencia de dolor crónico y al grado de deterioro físico, emocional y social.

En el tratamiento psicológico del dolor crónico será imprescindible reducir emociones negativas, depresión, ansiedad o nerviosismo y aumentar el optimismo. Por otra parte, fomentar la percepción de autoeficacia del paciente también es uno de los objetivos más relevantes del tratamiento. El paciente ha de percibir que tiene estrategias y recursos para afrontar cualquier situación de su vida, incluso el dolor. Cuanta más autoeficacia tienen un individuo mejor maneja los síntomas de dolor, disminuyendo así la intensidad de éste.

Puedes encontrar más información en los siguientes enlaces:

http://www.infocop.es/view_article.asp?id=2435

http://www.cop.es/infocop/pdf/1709.pdf

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